Cuando desaparezco y el eco firma la obra: el caso Soy Moon como símbolo de autoría

Durante años, mi imagen ha circulado, reproducida, versionada, copiada y transformada como si no tuviera origen, como si no hubiera una autora detrás. El autorretrato que compartí con el mundo como Soy Moon —en un acto artístico, no de cesión— ha sido apropiado por manos ajenas, convertido en objeto estético, en fetiche visual, en material de “inspiración” para otros. Pero rara vez —casi nunca— se preguntan quién es la chica de la imagen, quién hizo esa obra, quién tiene la legitimidad de nombrarla. Como si por estar en internet, ya no tuviera creadora. Como si lo libremente compartido estuviera condenado a ser libremente usurpado. Parece más fácil pedir perdón que pedir permiso.

En ese gesto constante de apropiación, me han borrado del mapa. Me han hecho desaparecer como artista, mientras mis trazos, mi rostro, mi presencia se convierten en ecos vacíos firmados por otros. Hoy, reivindico esa obra no solo como mía, sino como símbolo de las múltiples vulneraciones de propiedad intelectual e industrial que atraviesan a quienes creamos en red, en imagen, en cuerpo.


Soy Moon no es solo una identidad: es una resistencia. Y esta es su historia.

Soy Moon & CENIZAS

Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.